¿Quién diría que después de seis años y medio de vida, SI SE CALLA EL CANTOR terminaría hablando de Cantando por un Sueño? Pero la tentación fue irresistible: anoche, en el habitual duelo que determina la expulsión de una pareja de participantes, se reprodujo ese Boca-River tan característico del rock argentino con interpretaciones de… Soda Stereo y Los Redonditos de Ricota.
El ex oficial Fabián Schultz (autor de “Am@r por Internet”), hizo una lectura tanguera con vestuario y coreografía de “La bestia pop”. El propósito era emular la versión que grabó Fabiana Cantilo en ese horrendo disco de covers –que ningún periodista de mainstream se animó a criticar- llamado “Inconsciente colectivo”, pero terminó pareciéndose más a la interpretación a cuerdas del grupo uruguayo El Club de Tobi, que Skay Beilinson utilizó alguna vez para abrir musicalizar un show en Obras. Por una cosa, por la otra (o por ninguna de las dos), fueron “salvados por el jurado” y siguen en el juego.
En cambio, Pamela David y su soñador nos demostraron los lugares siniestros y abominables a los que es capaz de llegar la Sodamanía cuando todos quieren meter mano al fenómeno del momento. La versión de “Cuando pase el temblor”, casi a tracción de CasioTone, pareció más un accidente de cantobar que interpretación digna de concurso y felizmente fueron expulsados del certamen.
Y una vez, el rock nacional tuvo su noche de duelo en el programa más visto de la TV vernáculo.
El ex oficial Fabián Schultz (autor de “Am@r por Internet”), hizo una lectura tanguera con vestuario y coreografía de “La bestia pop”. El propósito era emular la versión que grabó Fabiana Cantilo en ese horrendo disco de covers –que ningún periodista de mainstream se animó a criticar- llamado “Inconsciente colectivo”, pero terminó pareciéndose más a la interpretación a cuerdas del grupo uruguayo El Club de Tobi, que Skay Beilinson utilizó alguna vez para abrir musicalizar un show en Obras. Por una cosa, por la otra (o por ninguna de las dos), fueron “salvados por el jurado” y siguen en el juego.
En cambio, Pamela David y su soñador nos demostraron los lugares siniestros y abominables a los que es capaz de llegar la Sodamanía cuando todos quieren meter mano al fenómeno del momento. La versión de “Cuando pase el temblor”, casi a tracción de CasioTone, pareció más un accidente de cantobar que interpretación digna de concurso y felizmente fueron expulsados del certamen.
Y una vez, el rock nacional tuvo su noche de duelo en el programa más visto de la TV vernáculo.
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