jueves, julio 13, 2006

El juego de las 7 diferencias


1 - Callejeros volvió a tocar en un recital de Jóvenes Pordioseros hace unos días, en El Teatro de Flores
2 - Los Jóvenes Pordioseros (me) dijeron el año pasado en una nota para el Sí!: “pudimos ser Callejeros”. Fue porque a ellos también se les quemó la media sombra de Cromañón, aunque sin víctimas por penar.
3 - El manager de los Pordioseros terminó a los piñas con uno de los dueños de El Teatro.
4 - Ese mismo dueño le había bancado a la banda una de las reediciones de “Probáme” (su primer disco) y luego los invitó a tocar toda una temporada entera en La Reina, un boliche que regenteaba años atrás en Villa Gesell.
5 – Callejeros quiso tocar en el otro Teatro, el de Colegiales. Nunca pudo: los dueños del boliche objetaban la presencia de pirotecnia en sus shows. Esto fue meses antes de la trágica noche.
6 – Igualmente la productora de los dueños de esos boliches habían contratado a Callejeros para la primera edición del Gesell Rock. Tras la ausencia obligada por Cromañón, pusieron en su lugar una serie de videos de la banda.
7 – Esa misma gente (se dijo) tuvo algo que ver con el frustrado show en Vélez que, promediando 2005 y bajo la aparente tutela de León Gieco, iba a significar el regreso de Callejeros.

SOLUCIÓN: Que sea rock!.

miércoles, julio 12, 2006

El mismo chiste malo

Nos acostumbramos a una marea calma y silenciosa desde que la separación de Redondos le quitó a los cronistas de colores uno de sus mejores promotores de párrafos.
Callejeros (sin querer queriendo) valorizó la flaca lista de proveedores que el amarillismo tenía a fines de 2004 y dio por concluída esa época de vacas flacas donde Espectàculos y Policiales iban en secciones diferentes. Como hace el zonda con las siestas cuyanas, el grupo de Villa Celina (es decir, de Va.Celina) irrumpe de tanto en el mundo rock agitándole los cimientos.
Cada vez que aparece Callejeros, el alboroto es garantizado. Algunos periodistas hacen cola para tirarles con todo lo que tienen a mano, otros aprovechan el revoleo y se quedan con algo. Luis Majul, por ejemplo, se juntó (abogado de por medio) con el Pato Fonanet cuando la banda no había hecho aún ese largo tour por los medios. La reunión fue en privado, pero el periodista luego la hizo pública en su blog, diciendo incluso que tenía ganas de escribir un libro sobre Callejeros (¿). Otros medios (Página 12, Soy Rock) llegaron a la entrevista porque el grupo sintió que ya le habían dado lugar en sus páginas cuando no eran populares. González Oro y Nelson Castro nunca les dieron bola, pero tuvieron el mismo beneficio. Lo mismo MTV, que se enteró de la existencia del grupo de VaCelina cuando la discográfica Pelo Music arrimó algunas cosas (los videos, por ejemplo).
El último que ligó en la redada fue Jorge Ginzburg. Después del episodio con Jóvenes Pordioseros había que hacer el descargo ante las cámaras y eligieron a Mañanas Informales, de Canal 13. La idea era mostrar un video casero de la reaparición escénica callejera donde un subtitulado del audio dejaba el claro que el grupo era vitoreado por el público y no chiflado como habían dicho las “crónicas mentirosas del día anterior”. “Elegimos tu programa porque nos parece imparcial y muy objetivo” dijo por teléfono el saxofonista Juancho Carbone. Ginzburg hizo gala de ambos calificativos y se jugó con un comentario sediento de verdad y rigor periodístico: “te veo un poco más gordo”. Y demostró que, como cómico, es un buen hincha de Vélez (?).