"Es necesario evitar que el arte caiga en manos de los canallas. No hay peor desgracia para la humanidad que un artista perverso. Yo he conocido a algunos de ellos. Poseen la técnica y los secretos de la música. Son diestros, pero la maldad contamina toda su obra. Observe el alumno lo que voy a enseñarle: la obra no puede ser mejor que el artista. Nuestros valsecitos se nos parecen. Una milonga tocada por un canalla es siempre canallesca, por más acordes que tuviere."
("Capítulo I: Nociones Preliminares" del "Tratado de música y afines", extraído de "El libro del fantasma", Alejandro Dolina, Ed. Colihue, 1999)